CHAKRA CORONARIO PLANETARIO
El Chakra Corona planetario se encuentra alojado en el Monte Kailash, en la cadena Gangdisé, parte de la Cordillera del Himalaya. Es el punto energético más poderoso de la Tierra, a 6700 metros de altura sobre el nivel del mar. Se la considera la montaña sagrada del Himalaya por lo que se desaconseja intentar escalarla ya que al ser sagrada, los monjes del Tibet lo consideran una ofensa y una violación a su espiritualidad.
Los ríos más largos de Asia nacen allí, el Ganges, el Indo, el Sutlej y el Brahmapura. La creencia religiosa dice que el Señor Siva habita en esta montaña y por eso se considera un insulto a su divinidad tan siquiera intentar pisar las laderas del monte.
Las peregrinaciones anuales son multitudinarias, se realizan a pie recorriendo 52 km. de perímetro y se comenta que para recibir todas las bendiciones de esta energía hay que dar la vuelta completa en un solo día. Algunos creen que hay que dar la vuelta en sentido horario y otros que hay que darla en sentido antihorario.
La energía de este Chakra planetario es puramente espiritual y muy especial. No todo el mundo logra activar este Chakra que es tan sutil y volátil como el espíritu mismo. es el punto donde se funden el Espíritu Universal con el alma de cada personal. Lograr ese estado de plenitud es alcanzado sólamente por aquellos que han trascendido la personalidad y educado al Divino Ego en ponerse al servicio de otra motivación más elevada durante la vida en este plano. Es por eso que desde el Tibet, India, China, Nepal y Japón han surgido infinidad de gurús espirituales y religiosos muy carismáticos como así también predicadores de corrientes religiosas que se diferencian en mucho a las monoteístas de occidente.
Estas corrientes se basan principalmente en un viaje interior para alcanzar el Nirvana y se cree que la verdadera felicidad llega después de la muerte. Consideran la muerte como un hecho natural y deseable que muchos maestros yoguis deciden partir voluntariamente de esta vida terrenal con prácticas de relajación y ayuno hasta dejar de existir.
La vida de los ascetas tibetanos son de extrema entrega de lo material para dedicar su vida a la oración, el ayuno y la meditación con mantras.
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