VISITANDO EL PRIMER CHAKRA PLANETARIO: MONTE SHASTA - CALIFORNIA - U.S.A.
Esta investigación de los siete chakras planetrios, me lleva a conocer lugares maravillosos que en otras circunstancias no hubiera visitado jamás. en esta ocasión planificamos una recorrida desde Seattle, en el Estado de Washington hasta San Francisco, California.
A mitad del recorrido llegamos a Shasta City, una pequeña ciudad rodeada de montañas y un centro de ski. El Monte Shasta se divisa desde todas partes con sus tres picos nevados proyectándose imponente sobre el cielo de la ciudad.
Shasta City es pequeña y lo primero que notamos es que sus habitantes son de lo más cordiales, con un trato delicado y un toque espiritual en sus palabras. Los comercios de venta de libros espirituales, gemas y regalería tienen una onda metafísica de la escuela Hermandad Blanca del maestro ascendido Sain Germain. Sus packagings son todos de color violeta, ya que esta escuela promueve los beneficios del rayo violeta del arco iris. Allí compré una imagen de la Trinidad, un cuarzo violeta y un libro de las enseñanzas de Saint Germain.
Nos alojamos en unas cabañas del único resort que tiene esta ciudad, ubicado en un bosque de sequoias altísimas a orillas del río Siskiyou. Allí se puede recorrer el lago Siskiyou y disfrutar de todo lo hermoso que la naturaleza nos regala y especialmente el impactante silencio donde resalta el canto de los pájaros y el viento entre las hojas. Es imposible no rendirse a unos instantes de meditación y reflexión frente a tanta paz que nos brinda este recorrido.
A la mañana siguiente iniciamos nuestro camino hacia el Monte Shasta. Es una ruta que va ascendiendo por la ladera de la montaña, rodeada de bosques de sequoias imponentes de un verde intenso, con una apariencia de árboles centenarios y fuertes. A medida que íbamos subiendo, nos sorprendió la nieve que fue apareciendo tímidamente y de a poco hasta que todo el paisaje se convirtió en un perfecto blanco níveo, dando una imagen de pureza muy impactante. Allí ya comencé a sentir golpeteos en el pecho de las ondas de ese lugar perforando mi aura, algo esperado por mí ya que había estudiado el impacto de las ondas violeta antes del viaje. Son unas ondas de muy alta frecuencia dada la poca amplitud de onda que emite ese rayo. Mi emoción fue creciendo a medida que íbamos llegando al punto más alto que se puede acceder con un automovil. Yo quería llegar hasta Panther Meadows pero el acceso estaba prohibido por demasiada nieve. Igualmente disfruté muchísimo el haber pisado el centro del primer chakra planetario un día sábado, que justamente es el día del rayo violeta.
Parecía que todo estaba coincidiendo de forma perfecta para mí. Mis sensaciones iban creciendo hasta sentir una especie de shock cuando hice una sintonización de reiki en ese lugar para abrirme a recibir todo lo que el rayo violeta tenía para darme. A partir de ese momento sentí que estaba acompañada no sólamente por quienes estaban conmigo sino por otras presencias que no puedo describir con palabras.
Mi sensación de bienestar físico y energético se potenció a un nivel de salud total que todavía hoy siento. Este centro energético recompone células y las rejuvenece, y de verdad se nota en el cuerpo.
Al descender del Monte, fuimos a visitar el Shasta City Park, donde se encuentra el manantial de agua purísima que brota debajo de la tierra formando un pequeño estanque. llenamos un envase grande con ese agua y lo bebimos durante tres días consecutivos. Dicen los lugareños, que la propiedades de ese agua son tantas, que ellos sienten que van rejuveneciendo con el tiempo. Recorrimos el parque en silencio, a orillas del arroyo que lo atraviesa. Nos encontramos con gente muy especial, budistas, místicos, músicos percusionistas que no paraban de tamborilear como en un estado de éxtasis. Terminamos nuestra recorrida muy impactados con la experiencia y definitivamente existe un antes y un después luego de pisar el Monte Shasta.
Esta meta personal de recorrer y nutrirme de las energías de los siete chakras planetarios, acaba de comenzar. Siento que el asombro me acompañará permanentemente en esta travesía que me ha sido dada para experimentar que somos mucho más de lo que creemos ser y que el Universo sigue siendo aún un misterio que vamos develando de a poco.
MONTE SHASTA Y SAINT GERMAIN
En el planeta, existen tres lugares que son puntos de entrada a la Nueva Era: Monte Shasta, en California,Transilvania en Rumania y el Cristo Redentor en Argentina. Las personas que están preparadas, de alguna manera son guiadas a esos lugares para contactar con los guías ascendidos que entregan información de hacia donde va la humanidad y que esperar en un futuro cercano.
El 16 de agosto de 1930 el ingeniero de minas Guy Ballard, a horas del mediodía, buscaba un lugar fresco para tomar el agua pura que brota de un manantial. Mientras se agachaba para llenar una botella con agua, sintió una corriente en su cuerpo que lo estremeció. Se dio vuelta y detrás suyo había un joven muy especial que a simple vista no parecía una persona común. Sonriendo le dijo:"hermano mío, si me das tu taza, te daré una bebida mucho más refrescante que el agua de manantial". ese fue el primero de los frecuentes encuentros de Baillard con Saint Germain. Es así como surge la escuela metafísica YO SOY, que promueve el uso de las energías del Arco Iris con sus siete rayos que se activan en cada día de la semana con distintos atributos que impactan sobre el planeta y sus seres vivos. Sus enseñanzas están plasmadas en el libro de Ballard: Misterios Develados.
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